Una alegoría masónica sobre los Tres Cerditos

Hoy les comparto esta reflexion sobre un cuento que ha sido transmitido a través de generaciones. Este relato, aparentemente simple, encierra una alegoría profunda que nos invita a reflexionar sobre los grados masónicos y los vicios que debemos superar en nuestro camino hacia la luz.
En este cuento, los tres cerditos representan los tres grados masónicos: Aprendiz, Compañero y Maestro, cada uno de ellos se enfrenta a la construcción de su propio templo o morada, simbolizando el desarrollo de sus conocimientos y virtudes referidas incansablemente en la masonería.
El primer cerdito, representa el grado de Aprendiz, construye su casa de paja, representando la fragilidad aun de sus conocimientos incipientes. Al igual que el Aprendiz Masón, este cerdito se enfrenta a la tentación, personificados por el lobo feroz que constantemente lo acechan, el lobo, personifica los vicios inherentes del ser humano, sopla y derriba la casa de paja, recordándonos que debemos estar alerta y fortalecer nuestras bases para resistir las tentaciones que puedan desviarnos de nuestro camino hacia la realizacion.
El segundo cerdito, el Compañero, construye su casa de madera, simbolizando un grado mayor de conocimiento y fortaleza. Sin embargo, el lobo vicioso logra derribar también esta morada, ya que el compañero es un estado intermedio entre lo material y lo espiritual, y aunque en el haya nacido la chispa del constructor, también viven los vicios aun, y esto nos recuerda la importancia de seguir creciendo en sabiduría y virtud para enfrentar los desafíos que se presenten en la vida.
Finalmente, el tercer cerdito, el Maestro, construye su casa de ladrillos, representando la solidez de los conocimientos adquiridos y las virtudes que ha ganado a lo largo de su camino masónico. Este cerdito demuestra la importancia de perseverar en nuestro desarrollo personal y espiritual, resistiendo las tentaciones de los vicios que no son otras que la ignorancia, la hipocresía y la ambición representadas en el lobo.
Esta alegoría nos enseña que, al igual que los cerditos, debemos fortalecer nuestra morada interior, nuestro carácter y nuestras virtudes, para resistir los embates de los vicios en nuestra vida diaria.
Los vicios, personificados por el lobo en el cuento, representan los obstáculos que debemos superar en nuestro camino y en nuestro interior, donde se realizan las batallas mas intensas como seres humanos y como masones.
En conclusión, "Los Tres Cerditos" nos recuerdan que los grados masónicos representan un camino de crecimiento y superación personal, y que debemos estar alerta ante los vicios que puedan socavar nuestros esfuerzos. Sigamos adelante, queridos Hermanos y Hermanas, construyendo nuestras moradas con solidez y virtud, recordando siempre que la verdadera fortaleza reside en nuestro interior y en nuestra capacidad para resistir los vicios. Que este cuento nos inspire a perseverar en nuestro camino masónico y a trabajar juntos por un mundo lleno de sabiduría, fraternidad y rectitud.
Que así sea ...
M:.M:.K:.